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Economía de la Experiencia

¿Qué nos hace más felices los objetos o las experiencias?

Varios estudios científicos se han dedicado a medir la felicidad que nos produce aquello en lo que gastamos el dinero. A partir de encuestas y otros métodos, han llegado a la conclusión de que nos hace más felices gastarlo en experiencias (un viaje, un restaurante o un concierto) que en objetos materiales.

Compramos cosas para hacernos felices y, como un objeto dura más que una experiencia, tendemos a pensar que nos hará felices por más tiempo. Sin embargo, uno de los mayores enemigos de la felicidad es la adaptación. Las cosas que compramos nos hacen felices por un momento por que las encontramos excitantes al principio, pero pronto nos acostumbramos a ellas. Conforme pasa el tiempo, se vuelven normales y ya no nos hacen tan felices.

Con las experiencias, pasa algo distinto: el grado de satisfacción aumenta con el tiempo.

La explicación es que lo material se vuelve normal, mientras que las experiencias inmateriales acaban interiorizándose y formando parte de la personalidad.

Te pueden gustar tus cosas materiales y hasta puedes pensar que parte de tu identidad está conectada con ellas, sin embargo, se mantiene separadas de ti. Mientras que tus experiencias, al contrario, son parte de ti. Nosotros somos la suma de nuestras experiencias.

Creando Valor

La economía de la experiencia consiste en aportar eventos, complementos o servicios que marquen la diferencia como una extensión del producto. En definitiva, convertir en producto en una experiencia en sí misma.

No solo focaliza en el hecho de obtener beneficios, sino también de potenciar la presencia de un cliente totalmente fidelizado a una marca que logró conquistarlo y a la que siempre defenderá.

Algunos comportamientos y realidades que pasan en distintas industrias han obligado a que la experiencia sea un factor muy importante para el consumidor de cualquier industria. La llegada de plataformas como Uber, Netflix, Airbnb trajo consigo una realidad y es la necesidad el contexto del cliente y brindar alternativas basadas en esa interacción.

Ahora los clientes son más exigentes y quieren que las empresas les resuelvan necesidades puntuales y aquí la experiencia es importante. Se convierte prácticamente en un todo para las compañías: cumplir con los gustos y particularidades de consumo de cada cliente. Eso es economía de la experiencia.

Entonces, ¿qué beneficios ofrece enfocar nuestros esfuerzos bajo el concepto de la economía de la experiencia? Estos son los puntos principales:

  • Mayor comprensión de lo que buscan los clientes
  • Mayor fidelidad y retención de clientes
  • Reducción de costos en servicio al cliente
  • Gestión mejorada de crisis
  • Establecer relaciones de negocios con los clientes de manera satisfactoria y competitiva en el mercado
  • Omnicanalidad y nuevos modelos de negocio

Ahora bien. ¿Qué se necesita para ganar en la economía de la experiencia? Principalmente es necesario convertirse primero en una Empresa Inteligente.

Las empresas líderes no solo se preocupan por sus clientes, sino también por el mundo de factores que amenazan su existencia, el desafío de atraer y retener a los mejores talentos y la importancia de comprender y utilizar tecnologías nuevas y emergentes para impulsar la innovación.

Las empresas que no brindan experiencias consistentemente atractivas son sobrevaloradas en relación con el valor percibido, o sobrepasan su capacidad para desarrollarlas, por esta razón, es muy probable que se sienta presión sobre la demanda, los precios, y otros factores que afectan su valor final.

Gracias a nuestras soluciones Empowerment Technology Insurance las compañías de seguros pueden triplicar sus ingresos por cada dólar invertido en desarrollar estrategias encaminadas en brindar mejores experiencias a sus clientes.